RODRIGO DE TRIANA

 Pura Paja®

       RODRIGO DE TRIANA

Buen día 12 de Octubre.

Con el permiso de vosotros y con la venia de aquel que regenta esta página, que dice de él mismo  llamarse Purapaja y a cuyas espensas he de avocarme en el futuro y para vosotros en pretérito; me dirijo  con apremio para contaros la historia  de mi vida o al menos la  parte de ella que es la que a vosotros os interesa  por cuanto os considerais españoles de las antípodas  y si tal cosa sois  - como indianos, ¿ será? -  os duele al igual que a mi:- y os interesa  mi historia que es la vuestra. A ver:

" - De como Rodrigo de Triana al servicio de la Corona de Castilla y Aragon pasó  a tener tres nombres. Y desto a ser vigía en el Mar Oceánico  a  pirata bereber y luego dio la vuelta al mundo primero que Magalles y Elcano,  más de Elcano que de Magallanes  pues éste quedó tieso en  las Molucas por fablar pendejadas "

       

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          JUAN RODRIGO BERMEJO


Mi nombre es Rodrigo de Triana y desde ya os digo  que mi nombre debe deciros algo por  la historia que  barruntan y que narran  sobre el Descubrimiento del Novo Mundo y  dónde se  cuenta  que fui el primero en ver tierra en aquel viaje del 1492,  en un 12 de octubre y exactamente a las 2 de la madrugada.
Y. ¡ Si ! , ese soy yo y, pero, solo respondía al  llamado de Juan Rodrigo Bermejo,  y  como lastre  traigo ser hijo de un comerciante moro llamado Vicente Bermejo, vecino de lo más castizo de Sevilla:  La Triana;  convertido al cristianismo para luego morir quemado   tristemente en la hoguera por haber negociado concomerciantes judíos.

Juderias Sevilla

Vainas que solo pasan en España.

¡ Ese soy yo.!


Con aquello,  os digo, porqué desde ese acontecer  mi vida cambió y dando con tanto que he tenido tres vidas desde ese augur;  y cual una igual que la otra de interesante que yo mismo no lo acreditó; Y  ¡ pero vamos!,  que entre escribas, notarios, literatos, narradores,, fabuladores, usurpadores, mentirosos
, poetas y sobre todo, amigos de Purapaja os digo esto: en nuestra innata  necesidad de creer en algo es que aquellos viven de la fantasía ajena. y, os repito, viven mejor y más gozado.Y, para muestra ahí tenéis al Almirante Cristoforo Colómbo  por todos denodado, vivió obsesionado por el oro y el poder como móvil para encontrar  el camino a las Molucas y  terminó con sus estatuas derruidas y decapitadas. Y,  por otro, al farsante de Alberico Vespucci a quién tienen en gran mérito y estima y de tanto así que os hacéis llamar americanos; mérito bien ganado por escribir bulos, por cierto.  ¡ Que de cojones !


Alberico  vespucci 

Al igual que al comienzo  os recuerdo que habéis de acreditar lo que os convenga.

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                PUERTO DE PALOS

<< Desde quehaceres de marino y hasta espada  incondicional de Don Martin Yañez Pinzón, eso lo soy  y le debo en lo que estoy >> :- . Y en  esto pensaba ese día cuando Don Martin me llamó de urgencia, como suelen ser las cosas de negocio.

Palos de la Frontera por 1470

Y a tal cosa me encomende ese día pensando en esto y descendia con prisa sobre la calle Ribera , y asi de acercarme,  vide en el canal de Palos la multitud de naves fondeadas de todas partes venidas flamencas, inglesas, danesas, genovesa,  serenisimas, galas y hasta la del Turco.


Con la vista sobre las carabelas y las naos,  el ajetreo y el bullicio, me vino en pensar: - ¡ Grande cosa ha de ser!

Era  Palos de la Frontera, en mis tiempos, les cuento, una población que había crecido con la benevolencia y vista gorda de los Reyes Castellanos que permitieron que aquel poblado de simples pescadores se transformará en base de operaciones de corsarios y traficantes de esclavos; allí, hoy en 1492,  no habia un pescador que no fuera pirata ni un pirata que no fuera  palermo;  y  diestros éstos  incursionaban contra El Turco o contra el eterno enemigo Portugal, o - a veces, fungían-  como emisario de la Corona  Castellana en Nápoles o intrigas con el Papa; y sin olvidar que sus mejores navegantes conocían toda la costa occidental africana al  dedillo causando daños considerables al tráfico de esclavos portugués.



Todo estaba permitido,  se decían los palermos entre sí, en Palos de La Frontera pues su ubicación estratégica
a una escasa legua de la desembocadura de los ríos Tinto y Udiel, que se juntan casi enfrente de la hermosa Fontanilla, sobre el Mar  Oceánico permitia resguardarse de ataques e  incursionar impunemente a las costas de Africa y hasta la lejana Sicilia no estaba a salvo.; el calado óptimo y la tranquilidad del canal de Palos permitia que su extensa ribera se convirtiera en desembarcadero de naos y carabelas, cuando no de galeras, y rápidamente se convirtió en fondeadero y plaza internacional de comercio.


Me impresionaba la confluencia de gentes que acontecía esos días en Palos, ahora más que nunca luego de la paz entre portugueses y castellanos. Sea como fuere, tropezabame con aquella muchedumbre que  recaló en Palos: mercaderes, emigrantes, marineros, estafadores, clérigos, prostitutas, ladrones, burócratas, mercachifles  y buscadores de empleo que, a todas estas, me impedían la ligereza del andar.


Como pude, empujando y empujado, logré llegar a la alota; no cabía un alma más alli en aquella gritería que desataba la almoneda: el nauseabundo olor del sitio me golpeó la nariz y me recordó - no se porqué- a los cadáveres de los almoravides con cal que nuestro  helado acero cobro en Argel. Alli era el sitio - la almoneda -  donde todos se ofrecía y se compraba, se trocaba  y  todo era posible a cambio de unos maravedies:  según bajaban de las carabelas fondeadas en aquel lugar; los unos ofrecía pescados y  vituallas, trastos y enseres, otros vinos y más allá esclavos, otros putas y entre la inmundicia y las ratas que huían de las estridencias  de los piratas que se insultaban, navaja en mano - " Un arma blanca de algo más daga que espada , palabras las más veces , de  puños y  empujones los sábados, rasguños los viernes, algúna sangre de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su  ociosa riña " y que  terminaban rara vez  en sangre cuando al repartir el botín no había acuerdo pues acostumbrabase antiguamente subastar  o vender  de las cosas y despojos ganados al enemigo en la guerra. Poníanse alrededor de una lanza todas las alhajas de la presa o botín, se tasaban por peritos en su justo valor, y se adjudicaban al que daba mayor suma, la cual se repartía entre los que habían concurrido a la ocupación de aquellas.

ALMONEDA


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                   ORO DE LA ANTILIA

De dando brincos y saltos de un lado a otro, empujando y dando empujes,  logré llegar a la Fonda.

En una esquina y colgados sobre una mugrienta mesa atiborrada de trastos y enseres con  manchas de vino viejo estaba   Don Martin acompañados de Miguel y Vicente. Cada uno a su lado.

<<- ¡ todos los Pinzón !: >> : - pensé de inmediato, al verlos.

Hermanos Pinzon


A la derecha de Don Martin se encontraba Don Pero Vazquez de la Frontera,  de quién se contaba había ido a la antípodas del occidente cruzando un mar de yerbas, y sentado a su izquierda Don Niño, otro legendario navegante que visitó la Isla de las Siete Ciudades, y en frente  situados estaban dos personas - que del vestir  jubones de seda y calzas no parecían de por acá - desconocidas ellas  y - supuse -  eran el motivó de ésta reunión de lengua y aviso.

<<Yo he estado en Nova Terra, más allá de las islas de las Flores, más allá de los Azores,  y en cruzando el mar de Yerbas que nos separaba de tierra firme, vide más al oeste hay otra tierra, llamada Marckalada, donde viven gigantes; en esta tierra hay edificios con losas de piedra tan enormes que nadie podría construirlos,  excepto enormes gigantes que custodian  tesoros fabulosos. También hay árboles verdes, animales y una gran cantidad de pájaros >>:  logré escuchar de Don Pero Vázquez que le decía al que tenia cara y facha de italiano y mientras el otro sujeto de torva mirada con  calza y jubon negro - más bien de letrado con ínfulas de bachiller, se las traía-  escuchaba y tomaba nota, sacaba cuentas y se rascaba el culo por incomodidad y elegante disimulo.

Ruta Katay via Antilia 

Juan Niño, atento a la conversación de Don Pero Vázquez,  toma un trago del espeso vino, se reclina hacia atrás y deja  escapar un suspiro y seguido de éste argumenta:
<< -  Esa tierra está allí, más allá de las Islas de las Flores, más allá de la Azores,  y durante la expedición de Don Diego Teive de 1.462, y a quien serví de maestre -  a mucha honra, aseguró - llegamos a la Antilia, isla de las Siete Ciudades>>.  Se volvió a reclinar, dejó sonar los nudillos sobre la mugrienta mesa y sondeo la cara del italiano : «Esta isla de Antilia ha sido descubierta por los portugueses. Sin embargo, cuando se la busca es imposible de encontrar. En esta isla viven hombres que hablan español en siete ciudades, viven piadosamente y disfrutan de todas las riquezas de este siglo». Reclinose nuevamente y sonrio irónicamente a sus incrédulos contertulios, complaciendose en ello. Y, en esto, introdujo su mano en el jubon y con el puño cerrado la extrajo, miró la cara del italiano,  y abriendo el puño dejo caer tres  piezas de oro - sin labrar-  sobre la mugrienta mesa y espetó:
- << Hay mucho oro en la Antilia y allí de nada sirven pues tienen de todo, son  felices  pues es tierra de gracia: el Paraiso Terrenal >>

Todos allí se arellanaron complacidos con las vainas de Don Niño, en cada uno en su silla, se balancearon atrás y adelante cómo indecisos de acreditar las palabras de  Don Niño o tratar de alcanzar las pepas de oro que refulgian brillantes sobre aquella mugrienta mesa.
El sujeto de torva mirada con calzas y jubon negro escuchaba y tomaba nota, sacaba cuentas y se rascaba el culo por incomodidad y elegante disimulo.


Inmutable,  y escrutando  la codicia en los ojos de sus contertulios, y con gran  tranquilidad Don Martin me hizo señas de acercarme y con voz queda me ordenó que me retirará y permanecierá atento, más distante, y que pidiera de comer y de beber lo que me plugiera. Asi lo hize.


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     LOS AVATARES DE UN DESQUICIADO


En cuanto marche detrás del italiano y del sujeto de torva mirada con calzas y jubon negro que más bien parecía la  sombra del italiano, y  echando su pesado y desvencijado baúl sobre la bestia y  cargando sus manuscritos - grandisimos legajos y planos: uno más grande que otro y los más con orina de ratas - que esté me encomendó en guardia; y al tratarlo supe inmediatamente de quién se trataba: el loco de atar que tenia a todo el mundo -  por doquier que andaba ya fuera Genova,  en Lisboa o Madeira, antes en Londres o Paris y  ahora en Granada  -   ocupados ofreciendo y  repartiendo riqueza,  promesas de poder y codicia  a quién le financiara aquella su locura .


Debia hacerle compañía y cuidar de sus cosas mientras estubiera en Palos de la Frontera, y así lo hize, para complacer las ordenes de Don Martin Yañez Pinzón que no quería que a aquél loco de remate tuviese un remedio a su desequilibrada razón, en Puerto De Palos.

Cristoforo Colómbo 


Era Cristoforo Colómbo, y quién nada más hacia poco habia estado en la Rábida,   hablando con  fray Juan Pérez y fray Antonio de Marchen: sobre la locura del viaje al Mar Oceánico.


Eran otros tiempos, pensó Juan Rodrigo Bermejo, más ampliamente conocido por Rofrigo de Triana, al verle las vestiduras de estreno y diferente a los estropajos que le vio la primera vez: Colón llegó pidiendo cobijo y sustento; ¡ que bolas !: limpio loco y mamando, eso por un lado y, por otro, pidiendo consuelo - mal andaba, nuestro desquiciado  Cristoforo Colómbo de aquellos días-   y  en - apenas-  llegar a los franciscanos les había expuesto de  su descabellada idea de embarcarse rumbo a Katay cruzando el Mar Oceánico, debe haber sido  a finales de 1491.A todas estas les decía a los frailes, el  otrora desquiciado y ahora encumbrado Cristóforo Colómbo:

- << que - a él -  los reyes lo recibieron en Granada, en un sitio llamado Santa Fé donde tenian asentado su campamento en espera de la rendición de la ciudad, hace unas semanas,  y rehusaron garantizarle su apoyo>> , lo que motivó  que viniera a la Rábida el año pasado, si bien recuerdo.Allí, tras unas semanas de reflexión y apoyado por fray Juan Pérez, monje del monasterio que siempre creyó en su empresa, gestó un último intento para conseguir la venia de los reyes. Pérez había sido confesor de la reina Isabel y confió que ella le atendería si se lo pedía.

Reina Isabel 


La vena religiosa saltó  y prendio en abril 1492 como lengua de fuego en monte seco; el monje hizo su trabajo  estupendamente y aquella vaina salió a pedir de boca: aprovechando el éxtasis religioso de los reyes el navegante ligó su aventurera empresa con la cristianización del lugar al que esperaba llegar pues, según afirmó y que Fray Perez inventó para argumentar, y soñando se veia: 

<<  - él, el cura -  rodeado de multitudes de almas salvadas y cantando  " Te Deum laudamus" y serafines revoloteando  sobre su tonsura romana >>.

El viaje permitiría  trabajar por la conversión de los infieles y, por si fuera poco, usar los beneficios económicos de la empresa para financiar una cruzada que liberará Jerusalén de los musulmanes. ¡ El Santo Sepulcro!, nada menos,:- ¡ ostias! .

REINA ISABEL RECIBIENDO  A CRISTOFORO COLÓMBO 


Fray Perez, a sabiendas que nada es gratis le confió a Cristoforo Colómbo que había que darle unos reales a  Alejandro, refiriéndose al Papa, para canonizar en vida a la Reina y su consorte como Los Reyes Católicos, Santa Isabel y San Fernando, habida cuenta de la gran suma de almas que se recuperarian con la expedición del Mar Oceánico y que eso " era un pellizco a un burro", nada comparado a tener una iglesia mundial.

PAPA ALEJANDRO VI


 Además estaba la vaina de  adjudicar la soberanía de los ahora Reyes Católicos sobre aquellas tierras sin dueño y sin Dios, así habló y así quedo grabado en aquellas cuatro paredes del Monasterio de la Rábida.
 
En esto estaba recordando, dando vueltas en su cabeza sobre los avatares del destino, cuando Cristoforo Colómbo le dice, entre una y otra cosa, más bien incrédulo del destino, repitiéndose en su fuero interno:-

<<..... acabo de firmar la Capitulacion de Santa Fe que me otorga y me dan títulos de Almirante, Virrey, Gobernador y además el 10% en lucro  de cuanta mercancía y negocio hubiere de aquellas tierras que he de descubrir ...de por vida.>>


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                          LA RABIDA

Era el Monasterio de la Ràbida más  que Monasterio  más  bien un convento de franciscanos,  situado no muy lejos a media marcha de la alota del pueblo de Palos de la Frontera y que una vez fue fortín de los almorávides,  monjes guerreros del Islam que custodiaban el paso por el Río Tinto y que en esos días deberian estar tragando arena del Sahara o de dónde vinieron: en enero de ese año, del Señor 1492,  habia caído el último reino nazarí de Granada y con esto la unificación del Reino de lo que hoy es España.

VISTA DEL MONASTERIO DE LA RÁBIDA 


El monasterio o convento de Rábida - ó. como lo queráis llamar vosotros y que para mí era un centro de datos marino más actualizado que cualquier otro: ¡ - ya veréis ! -,   se habia convertido con el progreso de Puerto de Palos como centro económico, mercado natural de las incursiones de aquellos corsarios  y piratas,  y fondeadero internacional de todas las expediciones e incursiones al  Mediterráneo, al Egeo y  de los nuevos descubrimientos que dia a día llegaban de las costas de África Occidental, del archipiélago Canario y  Cabo Verde:


Novo mundo septentrional

   era el  sitio natural  donde se recabada las anotaciones que aquellos intrépidos   hombres de mar garabateaban  sobre  los planos y permitían  levantar la  nueva cartógrafia,  amarrado  a  la vivencia del visto y oído  del intrépido marino que se respetaba  como documentación importante para  asentarlo como bellos dibujos en hermosos y brillantes colores cálidos, 

Bestiario  Marino

a gusto del  los mitos y leyendas que nutrian por esos dias el imaginario del marinero: monstruos marinos, islas fantásticas que aparecen, sirenas y pulpos 
gigantes, aves y reptiles de dos  cabezas que se tragaban barcos completos y que realmente despertaba y daban luz a lecturas, de todo tipo de mensajes, para navegantes de alta mar que osasen aventurarse tras la bruma, a las tempestades, las brisas y las olas que traen partículas de sal y sobre todo sonidos…cánticos, ecos de música lejana, silbidos, chillidos, remolinos de agua, corrientes cálidas y frías, destellos de luces profundas giran sin norte…las de sus temores, su conciencia sobre estos horizontes.

De así contado como lo escucháis es La Rábida un pedazo del Novo Mundo trasplantado a España, sin la Rábida y el pequeño pueblo de Palos de La Frontera este cuento y muchos de vosotros no estaríais allí.

Ilustraciones del bestiario marino


Y,  el móvil, por increíble  que se oiga,  es  un palito de pimienta. El camino de las Molucas, o especias.

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LA CONSAGRACION DE CRISTOFORO COLÓMBO


En llegar al Monasterio de la Rábida Cristoforo  Colómbo fue recibido por fray Pérez y fray  Antonio de Marchan con una placidez reveladora de felicidad desbordante ora por el éxito de la Capitulación de Santa Fé y otra por la amistad que se preciaban entrambos;  parsimoniosamente le acompañaron hasta el umbral de la puerta gótica de piedra de silleria que daba entrada al monasterio de la Rábida y le dejaron caminar en solitario por el estrecho zaguán penumbroso que conduce a la hermosa iglesia gótica-mudejar donde resaltaba un altar hermosamente adornado con  flores silvestres dándole a la Virgen Santa María de la Rábida la belleza del momento histórico. 
Entrada al Monasterio de la Rábida 

No bien salir del zaguán penumbroso Cristoforo Colómbo dio unos pasos, se adelantó,  tomó distancia del altar, y se dejó caer de rodillas  para luego postrarse en completa sumisión.Desde donde estaba Cristoforo Colómbo sentía que los badajos lo dejaban sordo y del cimbrar de las campanas llegaba hasta las rústicas losas del piso removiendo el polvo cubriendo su hermoso jubon de seda con encajes -  que, después nos enteramos -  la Reina Isabel le había regalado en ocasión de ir a la corte; el ambiente tomaba cada vez más carisma de rito iniciático: unos monjes en grupo de tres y cinco - no más- se apostaron a cada lado  y con  candelabros en la mano derecha portando cirios encendedidos iluminaban sus rostros murmurantes de  oraciones y en la mano izquierda balanceaba  el incienso  que junto con el
Te Deum laudamus que los frailes rezaban en letania, hincados de rodillas y llorando de placer, le dio  la consagración a Cristoforo Colómbo.

San Francisco 


Desde ese dia se consideró un enviado de Dios.

Terminada la acción de gracias, se acercó Cristoforo Colómbo a fray Perez y tomándole las manos, se hincó, y llevoselas a su cabeza para luego  terminar dándole un beso de gratitud en aquellas manos que todo lo hicieron para su viaje y aventura por el Mar Oceánico.
Todos - comenzando con Cristoforo Colómbo,  y el  sujeto de torva mirada con calza y jubon negro y  a mi - fuimos recibido por los frailes como unos señores, demostrándo toda clase de homenajes y distinciones. Este que narra, siempre al diente, no remilgo a la hora de acompañar a los frailes en la mesa: gachas, que es lo que se come cuando no hay que comer, acompañado de cebolla rallada con pan de centeno. Sin hablar y con fray Pérez en esto de leer la Biblia en voz alta para todo el claustro mientras masticaba.

Discusiones colombinas en la Rábida 


Uno de los frailes,  fray Antonio de Marchan, conminó a  Cristoforo Colómbo e insistió en  mostrarle lo más último en cartografia universal  y tratabase del Mapa Mundi de fray Mauro, connotado dibujante de mapas y cartógrafo de Venecia y cuya reputación les era harta conocida. Y tomándolo  de la mano,  porqué así lo vide yo en aquella estancia,  lo arrastró  a una dispendiosa  mesa donde estaban expuestos mapas y globos, aparatos y cosas como astrolabios y brújulas y hasta un telescopio reposaba en la dispendiosa mesa al lado de plumas y tinta por un lado y allá papeles con números  y cuentas que  yo no sabría decir de que valen;  le encomendó sus números, raya  acá y tachaba allá un garabato y con voz queda le dijo: << -  tus cálculos difieren con respecto a la circunferencia de la tierra - decia fray Marchan, con cara de angustia y preocupación, -  variaban entre las 6.630  leguas, del Atlas Catalán (año 1375), y los 7.780 leguas  de fray Mauro para ese año del Señor de 1492.>>.
Hasta donde pude entender y lo que puedo decir de aquella asombrosa reunion, mi interpretación que no es dicta y si práctica en eso de conocer gente, vean:

Mapa Mundi de fray Mauro



<< :-  Colón creía que la separación entre las islas Canarias y Katay  era de 135 grados, la cifra correcta es 229 grados.Los cálculos de fray Mauro dejaba entrever que era el doble de lo calculado por Cristoforo Colombo>>

Cifras, del  Almirante Cristoforo  Colómbo  acercaban a Katay -  estaba mucho más cerca, juraba Cristóforo Colombo -   y  continuaba fray Pérez recomendandole, con cara de súplica,  a manera de advertencia :
<< si no tropieza con  una tierra desconocida por ahí  - a  mitad de camino -  da  por seguro que tus propios marineros le matarán, te cocerán vivo y te comerán>>

Apenas terminó la frase y echando el cuento como estaba y así fray Perez presintio una mirada como una daga de gélido filo sobre la espalda cubierta por el humilde sayal y le subió un frío estremecedor que le congelo la respiración  e instintivamente  buscó asir entre sus manos los tres nudos de cordón que amarraban el humilde sayal  y que interpretaban su fé y su credo franciscano - pobreza obediencia y castidad -  y aferrándose a ellos  buscó con la mirada y se persigno al ver al sujeto de torva mirada con calzas y jubon negro que escuchaba y tomaba nota, sacaba cuentas y se rascaba el culo por incomodidad y elegante disimulo.

Viendo  en desto,  se me dio a pensar que si los Pinzones ven estas vainas no le echarían bola en acompañar a semejante  desquiciado.

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NOTA:
«Los personajes y hechos retratados en Pura Paja®   son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas verdaderas, vivas o muertas, o con hechos reales es pura paja «.

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