EL DIOS DE BARUCH

      EL DIOS DE BARUCH

Baruch Spinoza 


Rápidito:


Baruch era un filósofo, oriundo de Portugal, que se vio obligado a migrar en 1492 cuándo aquél edicto de los reyes católicos generó una estampida de judíos- marranos y moros por toda África y Europa: a su familia - más bien -  pues el nació en Amsterdam; a Nantes  fueron a parar y luego a los países bajos: allí había cierta libertad de confesión y las vainas estaban mejor para los judíos. 

No tardo mucho y a los 23 años fue maldito tantas veces por no creer en El Dios de Moisés y, menos, en la dualidad Cuerpo- Alma, entelequia que forma - aún-  parte de los cánones del credo de los monoteístas judío islam católico: nada nuevo ya Platón vendía la idea por más de 3000 años, y este lo recogió de los sofistas que deambulaban por el imperio Meda y hasta el Indostan.


Era un racionalista, seguidor de Descartes que era el filósofo del momento, era el que decía: " pienso y luego existo "  y que en criollo es " el Alma y el cuerpo son diferentes ";  básicamente los racionalistas se basan en plantear una verdad, axiomatica,  y a través de la metodología deductiva y racionamientos probar el axioma. 


Era el método científico de Galileo Galilei, el italiano que se trago sus propias convicciones retractandose ante el Santo Oficio; y no muy lejos es el mismo motivo por el cual a Giordano Bruno le pegan candela y le amarran la lengua en la céntrica plaza romana del Campo dei Fiori: convicciones.


Vivía Baruch,  nuestro interfecto de hoy, tiempos difíciles y quién más que él que había vivido la intolerancia religiosa desde su Portugal ancestral hasta el ostracismo al que fue condenado por todas las sinagogas: él que se negó a ser luterano y menos católico, despreciado y humillado porqué en aquel lejano siglo XVII el no tener religión alguna era convertirse en un paria en medio de aquellas espantosas guerras entre reformistas luteranos,  católicos y su contrarreforma , calvinistas, inquisidores y herejes a montón: era necesario que triunfará la razón, los racionalistas, y  él -  Baruch, el bendecido o benedictino-  se sintió llamado a poner fin a aquel  caos: El Dios de la Razón, el Dios de Baruch.

Construyó,  nuestro Baruch, 
 todo un cuerpo filosófico y, según Baruch, Dios existe cómo un todo indivisible e infinito y lo explicaba - en metáforas - cómo su admirado Euclides - 3.000 años antes - que realizaba demostraciones geométricas basado en punto, lineas,  cuerpos geométricos y la razón. Todo tiene que ser demostrado.


El Dios de Baruch todo lo dice y todo lo condiciona, no existe el mal y tampoco lo bueno, el cuerpo no existe y tampoco el Alma sola: es un todo.

 Nos decía que todo tiene cuerpo  y un Alma, indivisibles, y  la misma que ha sido conferida por Dios,  el de Baruch, y así a todos los otros:  los animales, la montaña, el perro y las piedras tienen Alma como cuerpo tienen: solo que como no somos Dios no comprendemos esa Alma.

 Es un Dios ausente de prosopopeya, en nada antropomorfo, y al cual se llega por el camino del conocimiento abstracto y racional hasta adquirir el conocimiento intuitivo: el infinito de Dios.



Seria hoy, nuestro Baruch, todo un profeta y de esos que andarian en trasiego con la contaminación, el mar repleto de bolsas de plástico, del recalentamiento global y, cuidado,  quizás con esos movimientos LGTB que tanto molestan a ciertos señoritingas y señortingos pues, según nuestro filósofo,  la libertad es para todos igual.

Todo tiene razón de existir, contaba en sus libros Baruch,  y coexisten  en infinitas relaciones concomitantes que eliminan el libre albedrío.

 Es el Dios de Baruch  el mismo Dios de Einstein,  Nietsche, Hegel, Wittegenstein e infinidades de gentes que cómo yo creén, humildemente, en la Naturaleza como fuerza divina.


NOTA:
«Los personajes y hechos retratados en Pura Paja®   son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas verdaderas, vivas o muertas, o con hechos reales es pura paja «.

Purapaja® 
                                            en   @alsanpo









Comentarios

  1. Mira Pura Paja, Baruch y tu creen en la Naturaleza como fuerza Divina....yo simples mortal creo primero en lo Divino y sin Él no existiría la Naturaleza.

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