El GENERAL TIENE A QUIEN JODER

Smith & Wesson, 38 cañon corto.

                    

                                ✍

                                   

¡Si!!!.

: - Con esta afirmación respondió al teléfono Giovanni Positano, con cierta resignación de victoria pírrica, a las preocupadas preguntas de su hija Tosca Giovanina  - les cuento:  que la hermosa Tosca, del tiro por el susto, a la remota Salerno fue a parar víctima de un secuestro -  sobre el desarrollo y sucesos que rodeaban el reciente desalojo del okupa local, que cómo incidente relatamos en estricto apego a lo acontecido, ni más ni menos.

                          ✍

Le pusieron al interfecto -  según dicen los cuentos de la calle Sucre y esto  porqué el Sr.Giovanni  Positano no estuvo allí ése menguado día para contarlo -  un Smith&Wesson, calibre 38, cañon corto, con el trabajo de Dum Dum sobre el plomo de las balas, entre las dos cejas hirsutas.

Y es que el  General Salazar, mejor conocido en los patios del cuartel como mecha corta por su intolerancia a la vainas mal hechas y la poca paciencia que suele demostrar, hizo respetar su hermoso uniforme azul cargado de oropeles de un lado del pecho y las cuatro estrellas que sobresalían sobre las charreteras  grandísimas y que junto, además del revólver furtivo 38 Smith&Wesson, a su gorra cristina era su panoplia light, por ahora, y  todo aquéllo  apenas si le permitían moverse por los kilitos de más que los tantos años de servicio le habian premiado.

                            ✍

Tal como convenido ése dia caluroso de marzo - les  cuento que dos  días antes ya una comisión integrado por un sargento de modales toscos y tres sudorosos soldados huraños casi le tumban la puerta cómo preludio a la convocatoria de aquél día -  ya  el interfecto estaba en el sitio fumando un cigarrillo,  echando espirales de humo que ascendian en bocanadas formando una niebla de nicotina amarga: ¡ cómo sí nada ! , en espera  debajo del umbral del local y pronto su rostro - no tardaría mucho -  mudó de color al barruntar entre aquéllas sombras que sé asomaban por el pasillo al General Salazar - mejor conocido cómo mecha corta por su volátil carácter -  acompañado de su escolta, compuesto - está vez - por dos guajiros fibrosos de tez ocre y mirada torva terciados con fusiles tácticos AK- 104 Cavim, y sintió el gélido culillo bajarle desde el cogote hasta el culo y abriendo las piernas medrosas  buscó apoyarse en el marco de la puerta que ésa vez no supo traspasar por temor a represalias que aquélla tropa de guajiros le infundia.

Susto.

                              ✍

El General acercándose lentamente, hasta tres pasos, al interfecto le inquirió con voz de alerta y mando:

- ¿  Ud. es Hasan Mustafa Kamal?.

Rodeando previsivamente al interfecto, que ya sabemos ahora de quién se trata, los guajiros tomarón posición beligerante y amenazadoramente con sus fusiles tácticos AK-104 e impidiéndole así desta manera hostil el paso.

Viendose así, Kamal,  rodeado e intimidado apenas si lograba esbozar una sonrisa que le permitieran ganar indulgencia o tan siquiera unos instantes preciosos  para articular una palabra o tan siquiera una sílaba cuándo sintió una mano ocre, pero de músculo  fibroso, que le alboroto el bigote y le arrancó el cigarrillo de amarga nicotina que fue a parar del tiro a la suela militar,  dejando  un circulo concéntrico de cenizas, tabaco y filtro, en el piso .

                                 ✍

Midiendo con la bota de campaña los tres pasos, que lo separaban de Kamal,  el General  venció la distancia pausadamente e impertinente  y busca peo - cómo él solo lo es - y  le montó los oropeles -  todos los ganados o no, igual da -  sobre la humanidad de un metro sesenta tanto y las charreteras las sintió Kamal abanicar con sus canelones el rubor que le cambio el color de la blanca tez que ya asomaba un livor mortis.

Sin medrar tiempo y sin vacilar el General Salazar le increpó así desta forma con timbre de arrecho:

- ¿ Cómo es posible que ud venga a este país, que le ha dado todo, a echar vaina y joder tanto tiempo ocupando un  local sin pagar nada, ni medio, y ni tan siquiera lo ocupa? ¡ Amparándose en la generosidad y buena voluntad que le han dado !

¡ Preso me lo voy a llevar !, terminó espetando, prosiguiendo inmediatamente:    

-¡  y lo monto en un avión y lo mando a su país!.

                                  ✍

En un ademán socarrón el General Salazar se le acercó aún más hasta sentir el olor de nicotina amarga que Kamal exhudaba y le susurró  en el pabellón del oido, como de cómplice:

:- Tienes 24 horas a partir de ahora para que te vayas y entregues este local  o de lo contrario te vas en un cajón en avión a tu país.


En ese momento, aún vacilante, fue cuándo sintio Kamal el frio del hierro de la 38 Smith Wesson en la frente, entre las cejas hirsutas.

Las palabras resonaron en aquéllas cuatro paredes y toda la calle Sucre lo sabe pero nadie dice nada.

                                 ✍

Propaganda alemana de la Primera Guerra Mundial: balas francesas dum dum (1916) (Liersch & Co).

¡Sshhh¡,  le susurró el General, nuevamente:
-   te vas caminando o  quedas tieso en este sitio. No voy a permitir que sigas jodiendo y echando vaina a mi mujer.

Y, un ruido metálico anunciaba el engatillado del martillo sobre el culo del proyectil y Kamal perdía ése día de marzo el control del esfínter al ver la  laguna que inundó los  tenis triple AAA que calzaba y un bulto caliente se deslizaba Involuntarianente.

¿ tu decides? :- alcanzó a repetir, el General Salazar, cuándo se perdía entre la multitud y los pasillos acompañado de sus dos fibrosos guajiros.

                              ✍

Del tremulo Kamal se supo que al despuntar el alba, del otro día,  de canícula brava, apareció por allí en el local con bolsas negras grandísimas, unas cajas de cartón a medio uso, y que vino acompañado de un carretillero mercenario llevándose lo suyo hacía dónde no lo veamos más nunca: a lo mejor se fue a su país y pero, lo que si sabemos, es que el pobre Sr.Indelicato anda aún más triste qué nunca,  dubitabundo y comentando taciturno, sobre la extraña forma que tiene la Justicia en aquélla calle Sucre: dónde los tribunales engavetan expedientes y se hace justicia manu militari.

                             ✍

NOTA:
«Los personajes y hechos retratados en Pura Paja®   son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas verdaderas, vivas o muertas, o con hechos reales es pura paja «.

Pura Paja®