RÉCORD GUINESS DE CONDONES
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RÉCORD GUINESS DE CONDONES
✍LA BOTICA
Un amigo mío, de hace mucho tiempo, me relataba que una vez tenía una farmacia en Uchire en una de esas cuatro esquina sobre la vía que une a Caracas con Barcelona. Quedaba la botica estratégicamente a la entrada del pueblo de Uchire justo donde estaba un terraplén donde acostumbraban arribar los gandoleros con hambre y con hastio; aparcaban en aquel terreno engrazonado levantando polvo, frenando violentamente y gozando un mundo en ello de sembrar terror y miedo a los vecinos usando los cauchos de sus enormes gandolas para el divertimento; una detrás de la otra se estacionaban cuando podían o las acomodaban como les plugiera.El cuento del viejo amigo no es más que una anécdota de aquellos tiempos y que trataré de echarla aquí cómo me lo contó sobre condones...
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BOCA DE UCHIRE
Boca de Uchire, Edo.Anzoategui |
Boca de Uchire es un pueblo viejo, del 1599, el primer pueblo que se tropieza uno al ir a al Oriente del país y queda por allá en la desembocadura del Río Unare y sirviendo de frontera de los estados Miranda y Anzoátegui, en Venezuela...aclaremos; fundado y acabado un par de veces en varios intentos pero siempre resucitado.
Decir que Boca de Uchire tiene algo es mentir.Sus calles soleadas inclementemente día a día solo reciben la protección de alguna sombra de algún caminante ocasional que se atreve a lidiar con el sol abrasador y por las sombras de cuatro casas escasas que como barandas se colocan a la orilla de la carretera y que te llevan al istmo que rodea a la laguna de Unare; toda la carretera que lleva de Uchire al Hatillo está adornada por un rosario de playas blancas largas y tan desoladoras e interminables que a la vez son atractivas y de vez en cuando se otea un rancho abandonado con unos árboles de clemont de ramas secas que caen sobre la blanca arena; las mismas que de seguirlas te llevan al cercano Clarines.
Y siempre bajo aquel sol abrazador salado.
La bruma del mar, el salitre y el calor no dan tregua sino para otra cosa que recostar la silletas de madera contra alguna pared de bahareque sombreada y esperar sorbido a que el destino manifieste algún evento telúrico en La Via de Aguas Calientes, desfiladero que a suerte de Termópilas cuida el comienzo de las estribaciones montañosas del Turimiquire; un derrumbe, una roca que se desliza a la carretera, un hueco que las fuerzas tectónicas en su lucha trabaja para que el tráfico se desvíe por esa via alterna que bordea la laguna de Unare, por un lado, y el hilo de arena blanca de playa, por el otro, para desembocar por la calles del pueblo y provoque que Boca de Uchire despierte de su letargo y explote en algarabía como un corrientazo y retorne la vida como en la novela de Frankenstein: solo así hay vida allí más allá de una sarta de camarones y un bagre que un lánguido pescador ofrece al aire en su letanía al arrastrar el polvo.
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CONDONES
A lo que voy, resulta que ese pueblo ostenta, según nuestro informante farmacéutico, el flamante récord, no reconocido por Guiness por razones obvias como veremos más abajo, del sitio donde más se vende condones - ¡ oigase, bien ! - del mundo.
Resulta que en esas cuatro esquinas, aristas del pueblo, se conjugaban en perfecta complementación una estación de servicios, luego un billar donde nunca faltan Polarcitas - ya fueren para llevar o no....- y en la otra arista estaba una panadería que vendía en un cuarto anexo dónde el famélico es recibido por cuatro paredes que lucían viejos almanaques tiznados de nicotina y ollin; completaban la oferta gastronómica hervidos de res y sopas de costillas con verduras además del pan y, claro, más allá quedaba nuestra botica en la arista - del frente - mirando hacia el propio pueblo de Uchire, sobre la calle que terminaba en aquella albufera de playas blancas.
Se me olvidaba decirle que aquel sitio después de las 5 de la tarde se transformaba en un verdadero hervidero de gentes que bajaban del cercano San Miguel, venían de Guyabal, de las tres Cruces y del mismo pueblo y hasta del lejano Piritu; y aquel ancho terreno se tornaba en un mercado invadido por gentes que salían al terraplén: vestidos y arreglados a la ocasión con sus mejores galas y mientras más almidón mejor y con alpargata si las había; se asombraba uno de lo vertiginoso que aquel remolino de cajas y sacos y carretillas con fragancias y olores a plátano, yuca, y papelón, pescado salado, mangos, piña dulce, majaretes de Maya aparecían en el terraplén y cosa que todo aquello dificultaba el estacionar de gandolas, camiones y toda suerte de vehículo de carga pero, así y todo, a todos les gustaba pararse allí puesto que había de todo lo que mitigara la fatiga y amainara el cansancio del duro faenar al volante: comida cerveza gasoil billar y , claro, mucha diversión y esparcimiento y para esto último estaban las mamaguevo y, que cosa, las mamaguevos eran toleradas y apreciadas por todos y comenzando por la alcaldía, el comisario, el panadero, el bombero y el mismísimo boticario que aprovechaba para vender condones a montón, Sultan era la marca: disponible solo en la botica. Porque estaban claros de mantener cada quien su feudo comercial y los condones eran de la botica.
La comunidad estaba tan complacida con el gremio de las mamaguevos que resolvieron en agradecimiento enviar sendo pliego petitorio a la alcaldia con infinidades de rúbricas estampadas al pie del libelo que expresaba el ruego: renombrar la plaza Bolivar del pueblo, desalojar al héroe inútil por inerte y colocar allí alguna escultura apotropaica o cosa similar a un falo dentro de la cabina de un camión, o vaina parecida, más acorde a la nueva situación y que enalteciera la cosa y conminara a progresar el gremio, el mismo que fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Uchire, y por cierto sin declarar oficialmente..
Eran los tiempos de un Uchire de felicidad...no había pandemia y mucha gente que trabajaba después de las 5 p.m., cosa de agradecer con ese sol abrasador y salado.
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LAS MAMAGUEVOS ASPIRAN
AL GUINESS
Asi se estaba tan bien allí, amigo lector:- digo yo y no se uds, y les cuento que tales acontecimientos y con tan noble intención y tanto de tanto de parte de las mamaguevos que llamó la atención y la curiosidad de importantes sectores interesados en estudiar el desarrollo de la circunstancia que desde la remota Irlanda y el viejo Reino Unido llegaron a la desolada Uchire una delegación de Guinness World Records encabezada por los distinguidos señores Sir Ian Bull y Lord Trudi Webb, trajeados para la ocasión de pantalones cortos de kaki y sombreros tejidos de alguna palma y medias a lo Boy Scout a media batata: dignos representantes de aquel mundo lejano y diferente Guinness World Records que como uds saben es la principal autoridad internacional en la verificación de distintos récords mundiales tanto en los logros humanos como del mundo natural.
El objetivo de la presencia de la comitiva oficial, les cuento, era verificar la información que días atrás había aparecido como noticia notable en El Times de Londres, replicado por el New York Times y el Daily Mirror y asi como muchos más medios impresos contemporáneos de aquel glorioso dia lejano y de cuyos nombres no recuerdo por extenso e inútil porque basta con decir q9ue el fenómeno se ventilo hasta en la Secretaria de Las Naciones Unidas suscitando el natural interés y curiosidad; todo esto daba cuenta del revuelo informativo sobre el supuesto récord del asunto controversial, como lo es por cierto, de la venta estrambótica y exagerada para la pequeña aldea y, lógicamente, del consumo de condones y - por supuesto - por la más interesante de todas las interrogantes que traía de cabeza a la más sapientosa comunidad del gremio de sociólogos y antropólogos, curiosos de la novedad:
¿ quiénes hacían tan lujurioso acto con cariz económico y lucrativo ?,
y , pero, aunque muy apreciado en otras latitudes y acá - allí, en Uchire, me refiero - siempre tratado con cierta disciplecencia pero de gran éxito comercial por los resultados económicos demostrados pues desde que se tienen noticias es la más memorable y alta ocasión que vieron los siglos, ni esperan ver los venideros para que una localidad gozara de tal prestigio a nivel mundial.
El trabajo de Sir Ian y Lord Trudi consistía en recabar los datos, informaciones, levantar actas, fotografías y hacer todo un expediente verificable y enviarlo al equipo de Administración de Récords: órgano que se encarga del control, de la exactitud y la veracidad de los datos suministrados. Ambos filtros son necesarios para que un récord se acepte, al menos en Guiness.
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EQUIPO TECNICO DE CONDONES
Los científicos de investigación sobre condones |
Los ilustres visitantes, comitiva de Guinness World Records, lo primero que hicieron fue quitarse la ridícula facha que traían, obligados por el alboroto que hacían los muchachos que los correteaban con cometas y papagayos multicolores hechos de papel y de cuya cola pendían condones que roncaban al viento y proseguidos por una mamadera de gallo; y se apersonaron en " el terraplén " a la hora de trabajo del gremio y fue tan grande su sorpresa por la envegadura y lo extenso del trabajo en ciernes que de inmediato enviaron unos cables telegraficos alarmantes a Londres pidiendo más fondos ampliados y recursos que no tardaron en llegar en sumas de libras esterlinas y equipos varios y de cuya descripción y cantidad se desconoce por guardar el controvertido Secreto sumarial reservado únicamente a los miembros del equipo científico social perteneciente a la organización Guinness World Records; y así de esta manera guabinosa solían comentar Sir Ian y Lord Trudi entre dientes a los curiosos que le preguntaban como marchaba aquello.
Debían de levantar toda clase de información para determinar la naturaleza del fenómeno que sus desorbitados ojos veían con sorpresa y lo primero que apreciaron era la bien lograda organizacion que tenían; desde numeración de los agremiados -si, así es, pues bien pronto descubrieron que había agremiados y agremiadas - y luego descubrieron que las tarifas eran variables dependientes de tamaño, y longitudes, sin menospreciar el tiempo, edad y estado físico del cliente, horario de trabajo y se discutía sobre el tiempo de descanso , turnos por cuadrillas según edad y condición de las felatoras y muchos detalles que no vienen al caso para no entrar en honduras.
Como pudieron se hicieron de los nombres y cualidades de las más reputadas felatoras, convocandolas a tal fin en el anexo de la panaderia: conversaron y rieron del mundo. Allí estaban Elaina Guaina, Hermenegilda Guaramato y Carmen Guanape todas veteranas del vecino Guayabal, pueblo que descollaba por lo virtuosos que eran en eso de felación; desde Clarines vino Ramón " chipi chipi " Guaribe y quizás el más connotado y experimentado de todos pues comenzó sus prácticas desde los cuatro años cumpliendo con primos y tíos y, ¿ cuando no?, con tías y primas: todos satisfechos por el buen resultado que se lograba con la técnica innovadora de Ramón "chipi chipi" Guaribe al cargar con conchas de chipi chipi los carrillos, debiendole a este ardid su famoso remoquete de Chipi Chipi.
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METAMORFOSIS DE IAN y TRUDI
Picasso disfrutando de felación. mientras de pinta. |
Mientras más hablaban y conversaban más preguntas sin respuestas tenian y les intrigaba aquella moral y cosas que no estaban acostumbrados; viendo que de tanto hablar y conversar no concretaban nada concluyentes:
decidieron ellos mismos someterse al proceso. Una a una pasaron las veteranas felatoras por sus decorosas manos, o braguetas, y levantaron la informacion tan discreta y minuciosamente como pudieron con lujos estadísticos envidiables y demás: variables que a su juicio les daría un resultado científico del asunto; y, asi, luego llamaron al gremio, lo censaron, y en probar la multitudinaria felatoras censadas se fue pasando un mes y luego otro y en esto llegó el séptimo mes consumido en largas y repetidas experticias en viva experimentación en cuerpo propio, como bien debe hacerse por un dedicado científico; y bien pronto dieronse cuenta que no llegando a una conclusión definitiva y viendo que aquello no tenía termino pues el cansancio los abrumaba: tomaron una decisión - a su juicio científico - y concluyeron que para saber que se siente ser felatora debían realizar la felación a gandoleros, por decir algo y comenzar con el más fiel e icónico cliente y por no decir el más asiduo; su espirito investigativo les exigía dedicación a la ciencia - se dijeron para si - y revolvieron ellos mismos realizar la felación y no sin antes comprometiendose entrambos en guardar el compromiso en la más estricta confidencialidad.
Y así, bajo esa pauta científica elaboraron un nuevo protocolo experimental y de igual manera uno a uno los secretos de las felatoras se fue revelando en su naturaleza intrínseca de amor al trabajo, perseverancia, dedicación y por supuesto la pericia de las felatoras se abrió como un abanico explayando la multitud y variedad de ocultas y reveladoras técnicas que bien guardaba aquel desolado Uchire; y con el tiempo fueron conociendo el mundo íntimo de las felatoras y el entendimiento mutuo, las confidencias ivan y venían, y sumado a la natural socialización despertaron una aletargada identificación entreambos con el fenómeno: aquellos sentimientos fueron invadiendo y minando a nuestros dos abnegados investigadores en el desolado Uchire.
Y ocurrió lo que no debe ocurrir en el método científico: la experimentacion científica pasó de ser números y variables a sentimientos, ritmos cardiacos disonantes, emoción y pasión incontrolable y pronto aquello se volvió obsesión para Sir Ian y Lord Trudi, que ya con el tiempo volaban papagayos y cometas con colas de condón y tenían sus propios combates con los postes y cables del alumbrado público: donde eran tantos los estrellados alli que aquello parecían guirnaldas de condones.
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SOHO
Lo última noticia que nos llegó de Londres es que nuestros dos ilustres investigadores sociales se mudaron al populoso barrio de Soho, a un bello piso sobre la céntrica Sutton Row que muere en la Soho Square, y donde los pubs estaban llenos cada noche con borrachos, putas, feladoras, poetas y artistas muchos de los cuales nunca llegaron a ser famosos, y fue también donde mejor les ha ido.
El negocio marcha viento en popa.
Me cuenta Mario que alli fue muy bien atendido y la paso gozando un mundo en el Unare's pub, en la Carnaby Street.
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*NOTA:
«Los personajes y hechos retratados en Pura Paja® son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas verdaderas, vivas o muertas, o con hechos reales es pura paja «.
Pura Paja® en @alsanpo
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