PEGGY, MARY, YULY... rubias de New York

Pura Paja® @alsanpo 

PEGGY, MARY, YULY

             Rubias de New York *

*Tango de Gardel 1935:https://youtu.be/fdf2yQD_-HI

 

Divino y exquisito. Lo probé la primera vez en un pueblito  llamado Saboca, en la cercana Taormina de Sicilia, acompañado de vinos de la cosecha de noviembre 1929 en compañia de Peggy, Mary y Yuly rubias de New York, cabecitas adorables que mienten amor.

Amigas que habia conocido en Broadway mientras yo actuaba en una comedia  haciendo las veces  de Howard Hughes, representado cómo un papanatas con vainas de marico millonario insipido.

Hoover, por entonces jefe del FBI, al enterarse del escándalo causado por aquél espectáculo  creado para  ridiculizar, nos mandó aprehender dando como causa justificable "por ofensas y erosionar la moral pública", daba fé aquel parte policíaco que hasta en el más remoto villorio de Kansas apareció en casa del Sheriff.


Del tiro, del susto, nos montamos, todos, en el Zeppelín Hindenburg y fuimos a dar con nuestros cansados huesos a la remota Berlin, gris y fría en aquel otoño de 1933.

Zeppelin en Tempelhof, Berlin.

Semanas enteras de lluvia gélida, de días grises, y de insolente neblina  hacían del Kurfūrsterdam la Allee más abrigada del mundo y que hacían parecer la Unter den Linden Allee,  con su amplitud y los árboles  longos, un verdadero edén:  la preferida en los paseos de los elegantes  berlineses que concurrían al Lindenoper.

Unter den Linden, 1933. En primer plano la puerta de Brandenbourg y le siguen los Lindenbäume, o árboles de tilo.

Con tan mala suerte ese día, de temporales, vientos cargados de granizo que el zeppelin aterrizó en los jardines de una hermosa casa a las afueras deTempelhof, no muy lejos del aeropuerto: la residencia de descanso de Adolf, la confianza a veces delata y me refiero a Hitler,  y quién por entonces  estaba recién elegido Reichskanzler dé Alemania;  eran tiempos turbulentos en Alemania, miseria y necesidades de la posguerra  que empujaban a la gente a tomar partido: eras ó nazi ó comunista. O cómo la mayoría no éramos nada, solo masa pues solo queríamos pasear despreocupadamente los perros por la  Allee Unter den Linden, con su amplitud y los árboles  longos, y escuchar a Marlene Dietrich cantar en la radio.

Marlene Dietrich, cantando  Lili Marleen .https://youtu.be/9mgin_TSNl0

Nos recibió el ujier de la mansión,  pequeña y discreta en elegancia, con disculpas porqué  no esperaba visitas a esa hora de la noche. Ofreció una bienvenida cálida acompañada de una conveniente y humeante Gulaschsuppe que nos calmó los ateridos huesos, después unas salchichas Bratwurst con Sauerkraut, hogazas de pan de centeno y unas cervezas bávaras traídas desde el mismisimo Hofbräuhaus, que me recordarón al putsch del 19, y que son las cervezas que al tomarse la segunda ya brinca y canta como bávaro, a la tercera jodeln.

Hofbrăuhaus en Oktoberfest. Mūnchen.

Y, ¿si no? :-- Le preguntamos a Adolf, la confianza a veces delata y me refiero a Hitler, que hizo de esta cervecería su segunda casa y desde dónde comenzó el efímero III Reich: 13 años nada más y que muchos piensan  sigue picando ...en la Sebastopol, Crimea y  la Ucrania superviviente.

Hofbrăuhaus hasta el techo con Hitler de orador.

Peggy, Mary y Yuli, rubias de New York, que no conocían muy bien la preparación, digo cómo era n las vainas y las costumbres, se conformarón con las Bratwūrste  y celebrarón con las cervezas la invitación;  al repollo ácido....ni bolas, luego los Schnaps hicieron lo demás. Quedaron rendidas y exhanimes.


Ese mismo día, les cuento, nos enteramos todos, al despuntar el alba, por  el movimiento y agitación reinante en los salones: un comunista,  holandés y quizás judío, había incendiado el Reichstag y aquél vainon terminó para bien del régimen: habian declarado el estado de excepción en todo el Reich:la radio, un Telefunken, estaba de bramidos ese dia . Era la UFA, suerte de novedoso noticiero radial y cinematográfico de Goebbels, que repetía una y 1.000 veces al día... nos mantenía informados y hasta creímos que la vaina era verdad.

Reichstagsbrand en 1933. Incendio del parlamento imperial.

Muchos comunistas y gente opuesta al Fūhrer, a Adolf me refiero, la confianza a veces delata y me refiero a Hitler, habían sido detenidos y encarceladas por la Gestapo: la mayoría confinados en el primero de todos los campos de concentración Dachau, cerquita de Mūnchen, dónde desde esos dias revolotean los cuervos en trajes negros brillantes  y buscando cenizas cantan en graznidos las melodías de Wagner. Bastaba con discrepar o ser raro  para reposar los huesos en Dachau.

Lo demás es sabido: Hitler se arrogó  poderes especiales, convirtiéndose en el Fūhrer con amplisimos poderes.Pero éso uds lo saben.

                         ✍

En esos días de Tempelhof ya se vislumbraba los progroms estimulados por los SA , versión  colectivos por este país tropical, tropas de asalto del partido, y la UFA dando casquillo y acicate; la violencia de los civiles era cosa de todos los días contra los judíos: cristales rotos amanecian en  aceras y las tiendas desvalijadas era ya cotidiano en el perfil ciudadano;  aquéllos actos se tornaron institucionales y no habia quien lo parará: la Kristallnacht, estaba a la vuelta, solo faltaba una chispa.

Escaparate hecho trizas de una tienda de propiedad judía destruida durante la Kristallnacht (la "Noche de los cristales rotos"). Berlín, Alemania, 

Peggy estaba angustiada y no cesaba de morderse los labios de los nervios crispados que tenia. 

Mary lloraba en una esquina y pedía volver a New York con gritos histéricos que llamaron  la atención de unos soldados SS que hacían guardia y custodiaban los rincones de aquélla mansión discretamente elegante en Tempelhof. Temblaba de miedo al ver un SS acercarse: su madre era de origen polaco judía.

Yuli permanecía casi catatónica recostada en el cheslon de la biblioteca.Las piernas cruzadas, descalza, las zapatillas huérfanas descansaban y un cigarrillo Kurmark de humo juguetón giraba en remolinos llamarón la atención inmediata de Adolf, la confianza me traiciona, qué no tardó en preguntar con sorna, cantadito cómo hablan los austríacos :

--  Wer ist die Blonde?  ¿ quién es la catirita?


Fue amor a primera vista.

Adolf salió de la mano con July, cantando:

 Es como el cristal🎵
la risa loca de July,
es como el cantar
de un manantial
Deliciosas criaturas perfumadas,
quiero el beso de sus boquitas pintadas.
Frágiles muñecas
del olvido y del placer;
ríen su alegría,
como un cascabel

🎵🎵

Desde ese día Juli paso a ser la llave de Adolf, la confianza me
traiciona, y lo acompañaba a todas partes desde el Reichstag incendiado hasta ver los hermosos cañones grises que se hacían en Dortmund y que Herr Krupp esperaba vender al gobierno  para reactivar la economía. El infaltable Biedenkopf de la Buna Werke, primera goma sintética mundial, antes IG- Farben y  hoy Byayer, conocido porqué no cesaba de perseguir al Führer y  rogando les dieran esclavos de Auschwitz.

Conoció a todos desde Ferdinand Porsche que diseñaba un novedoso carro gota de agua, el Fūhrer quería llamarlo Volkswagen;   y conoció  hasta el genial Von Braun que jugaba con cohetes que más tarde, en 1969, harían célebre aquella horrible frase del primer lunático:

-- Un pequeño paso para el hombre pero enorme para la humanidad.

Sí, hablamos  del viaje a la luna que un fantasioso escritor francés una vez soño: Jules Verne.

Alemania, año 1934. Adolf Hitler acababa de llegar al poder un año antes. En Nuremberg, el partido nacionalsocialista celebra un triunfalista y patriótico congreso en el que se exaltan los valores del pueblo alemán y la raza aria. 

Ah. Si, claro. La Leni Riefenstahl se apoderó de July, la hizo su asistente de fotografía, y juntas pasaban largas horas y horas  con el Fūhrer deleitandose con aquéllas películas icónicas que aún maravillan al mundo; las más maravillosa de todas " Die Macht des Willens ",  "El Poder de la Voluntad "  film de una maestría inapreciable en términos propaganda, con la cuál mi querida Leni estremeció al mundo y develó aquéllos enormes planes de ser dueños de Europa, primero, y del Mundo después. Acá la tienen:

Sea cual fuere la imagen que esta mujer proyecte sobre cada espectador, no puede negarse el talento que tenía, ni la clara influencia que significó su impronta en la cinematografía alemana, en principio, y en el género documental, en el mundo entero.

De  July no supimos más por aquellos días. Lo último fue que cargaba una guerrera negra, un quepis con una calabera  con los huesos metálicos y dos runas en la manga que la identificaban como miembro de SS,  de la SchutzStaffel; llevaba  una pistola Walther  al cinto derecho y un pequeño sable del lado izquierdo que más bien parecía una bayoneta con una esvástica rematando la empuñadura de blanco esmaltado como los posillos dé café de mi mamá.Caminaba al ritmo de artillería.

KEHLSTEINHAUS. Berchtesgaden.

                 

Decir cómo fuimos a parar desde el Nido del Águila, Berchtesgaden en los Alpes Bávaros,  hasta  Locarno y de alli cruzar a Italia, caminando en el lago Mayore y su orilla, no podríamos contarlo;  era de noche  cuando abandonamos furtivamente  aquélla casa sin despedirnos del amable ujier que desde Tempelhof nos alagaba con  torticas y café,  se llamaba Ulf Dieterhoff, merecido homenaje.

 Ni hablar de despedirnos de Adolf que hacía gala de toda su simpatia y nos llevó  como invitados excepcionales a la Kehlsteinhaus. Gracias, Adolf,  la confianza a veces delata y me refiero a Hitler.

Estaban Peggy y Mary aterrorizadas de tanta violencia y odio, armas, órdenes, instrucciones, trajes de negro que anunciaban cadáveres y miseria mental. El Holocausto, o mejor el término hebreo, Shoá que significa catástrofe porque Holocausto es sacrificar para pedir o dar gracias a los Dioses.

Era majestuosa e imponente la casa de campiña transformada en palacio y más bunker que otra cosa: sede del gobierno temporal, con túneles, salones y más, garitas, casernas,  ascensores a través de la mole montaña de pura y dura piedra en los  escarpados 1835 metros: Kehlsteinhaus, también llamado El Nido del Águila.

Yo no sé, y no sé si Peggy y Mary podrían contarlo también: cruzamos caminando por valles y caminos de pastoreo, era  primavera, a primeros de mayo, cuando ya había  desaparecido de las cumbres la nieve y la hierba comienza a crecer  y  se ven cómo  llevan los rebaños de oveja a pastar a las majadas: era interminable, a veces para pasar el tiempo contábamos ovejas.

Camino a Locarno

 Aprovechabamos  para dormir  y comer en las chabolas deshabitadas que suelen hacer los pastores transhumantes. Cubrir toda la franja austríaca  que nos separaba desde Berchtesgaden a la frontera Suiza nos llevo 8 días y 7 noches de la mano de Jűrgen, el baqueano alpinista.

Lo cierto es que estaban felices de ver cielos azules y....el sol.

El sol  por estos lados es masculino y arriba en el norte es femenino.

Die Sonne es distinto a decir il sole. Ya la diferencia  lingüística marca unos rangos de temperatura que se reconocen al vestir y en el temperamento.

                            

Benito Mussolini 

Aquel ser era de una personalidad embriagadora, querías seguir allí y seguir más y más, seguir escuchándolo, no parar.. Gesticulaba con la palabra sin parar y sin descanso, con el verbo, las manos y de repente al verte embelesado.....se acercaba y te daba un apretón con un abrazo, calor y protección: eras de él, dé los suyos. Eras fascista.

Te queda del abrazo un olor a basilico alrededor tuyo.

 Ni idea, deben ser ideas mías porqué ese día Peggy y Mary,  rubias de New York, ni comieron pizza ni pasta.

Hablamos de todo a la orilla del lago con la luna meciéndose en cada ola y  aprovechabas el reflejo apurando un largo trago de chianti, protegida en una pajilla trenzada la botella pasaba de un lado, sin miedo, gozando entre una ola y otra ola.

Benito,  la confianza da asco pues hablamos del Duce, al escuchar el nombre  de Amedeo gestionó  ponerse cómodo. Se abrió la chaqueta, acarició los botones y los  fue desgranando con su dedos más gruesos que fuertes, y reculando buscó fortaleza en el espaldar de  la incómoda silla de madera que rodean las orillas del lago que hacían juego con las mesas de manteles a  cuadros rojos  manchadas de vino.

¿ Che cosa ho detto?:-- preguntó il Duce.

No aguardó respuesta y respondiose a si mismo, con voz grave y solemne de histrionico:

-- ¡ Amedeo Guillet !.

Amedeo Guillet,  casi el último en lanzar descargas de caballería contra nada menos que blindados. Eritrea.

De inmediato Benito, la confianza da asco pues hablamos del Duce, retomó la conversación y parecia  las cataratas de Shaffhausen tronando, las del Rhein: la  conversacion era una apología líquida de aventuras en Abisinia del gran comandante Diavolo.

Aquél hombre saltaba cuando hablaba de jinetes galopando una descarga con sable en mano sobre los blindados británicos; martillaba el arma  sonando los dientes y hacia chasquear los dedos para disparar: ¡  bum ! ; sí,  él brincaba al lado de la mesa - para cubrirse del fuego enemigo -  cuándo contaba cómo la metralla levantaba el polvo y cómo es de valiente Amedeo; y de repente en un brazo la toma, vuela por el aire,  y en el otro tenía a Peggy de enfermera: habían herido a Amadeo. 

Nos dimos cuenta Mary y yo que estábamos de más en aquel palazzo del lago Mayore.

Fue amor a primera vista. 

Benito salió de la mano con Peggy, cantando:

Turba mi soñar🎵
el dulce hechizo de Peggy,
su mirar azul
hondo como el mar.
Deliciosas criaturas perfumadas,
quiero el beso de sus boquitas pintadas.
Frágiles muñecas
del olvido y del placer;
ríen su alegría,
como un cascabel

🎵🎵

De Peggy supimos luego de sus andanzas en el cine: tres películas rodadas en Cinema Cittá y quizás se acordaran de la más celebrada cinta dónde aparece de inspiración  en la fontana de Trevi, llamando a Mastroiani seductoramente y casi erótica escena, un ícono italiano: La dulce vita. 

Peggy se convirtió en toda una celebridad en Italia, sobre todo por un famoso estriptis el 5 de noviembre de 1958 durante una fiesta privada en la Restaurante Rugantino en la Viale di Trastevere en Rome, que causó un escándalo público

                     

Amedeo, que años más tarde me contaría sus aventuras de África o del desierto, Abisinia ó Etiopia, estimulado por unas  birras Nastro  Azzurro en algún rincón sobre la  Via Venetto: montados en aquél bar que saludaba  a los clientes con aromas de mentas-  quininas - anices  y buquets de  amaretos y camparis.

Amedeo, que contaba y decia  todo en gestos, abría los brazos lo más alto posible hasta verlos en el espejo vanidoso de marco dorado que estába detrás del vino de botellas verde y ocres cubiertas de melaza con polvo y las de licores sin color ubicado detrás de la barra.

Me descuidé por un instante y  sentí que el sablazo de Amedeo  me había decapitado con el filo del viento al rozar mi cuello;  cómo pude ágilmente agarré la cabeza en el aire y en un santiamén la coloqué en su sitio: pensé que nadie se había percatado de mi muerte súbita.

La carcajada de Amedeo empañó brevemente con su aliento etílico al cristal verdoso de sus gafas Persol al verme sorprendido y amablemente me dio un abrazo que me estrechó hasta que sentí su corazón latir: sentí el olor del basilico.

Amedeo nunca dejó de ser una leyenda:  al que sus tropas nativas denominaban Communtar as sciaitan, el Comandante Diablo, atacaba montado en un caballo árabe blanco, vestido con un uniforme de fantasía diseñado por él mismo y empuñando una cimitarra. Un tipo digno de Salgari, efectivamente.

Lucho y combatió  en muchos escenarios al mando de guerrillas a caballo, jinetes en camello, de infantería con lanzas y palos, y solo armados con valor, todos aborígenes de Eritrea, Etiopia, Yemen y Libia.

Célebre es la descarga de caballería perpetrado en las afueras de  Keru, Eritrea, contra un regimiento británico blindado de artilleria, citó: "   ...Tanques de alerta!" Cuando una horda de jinetes vestidos de nativos irrumpió en el campamento blandiendo espadas, granadas de mano y cócteles molotov, su líder gritó el grito de batalla italiano "¡Savoia!".

 Un desastre para los invasores británicos.

Amadeo es héroe nacional de Etiopia y leyenda en Italia.Murió con 101 años,  cargado de historia y aventuras rodeado de reconocimiento  por parte de antiguos adversarios : a pocos meses después de la entrevista con Purapaja en un bar de la céntrica Via Venetto, en Roma, rodeados de vinos de  botellas verdes y ocres cubiertas de melaza con polvo por el paso del tiempo.

Benito, era un genio unico. Creo un monstruo bello de mil cabezas, cada nueva cabeza a gusto  dé cada quién...El Fascismo.

...una segunda parte: Vendrá.

NOTA:

 ¡Comemtarios son  bien recibidos!

«Los personajes y hechos retratados en Pura Paja®   son completamente ficticios. Cutalquier parecido con personas verdaderas, vivas o muertas, o con hechos reales es pura paja «.

Pura Paja®