LA IRA DE DUŠAN

           


          La ira de Dušan

Esta noche no hay cena para ti, Dušan, ¡ estás castigado !:

--  le espetó  con sorna y contrariada mientras que con la punta del delantal limpiaba las manchitas de sangre sobre la comisura de la boca hinchada de Kristina y le miraba furibunda: nunca entendía ésos arrebatos de ira de Dušan contra su hermana.


Luego, Svetlana  Koupanova- la mamá de Dušan -   continúa poniendo los cuencos de comida delante de los otros. Sopa de col y patata, pan de comino con speck, preparados a la manera de Bratislava. Aquéllo tiene un aroma tan atractivo que Dušan se va en saliva y los borborigmos lo delatan.

Dušan permanece impávido porqué el hambre le tuerce las tripas en espera que su madre cambié de parecer y le permita comer.

Su pensamiento vuela rápido: 

Y le  gustaria preguntarle por qué siempre se pone de parte de Kristina, pero cuándo ve cómo le mira se calla y sube dando trombas a su cuarto, con los músculos rígidos. Se deja caer inconsolable cómo un fardo en el borde de la cama y se restriega los ojos para limpiarse las lágrimas. 

Odia a su madre, odia a Kristina, odia a su casa, odia a los traidores eslovacos y odia la sopa de col con patatas:

- ¿ porqué no hace Knedliky de cerdo? Que tanto le gusta.

Knedliky

 Ojalá estuvieran todos muertos: piensa por un instante de arrebató y se muerde el labio inferior hasta sentir ardor. El estómago le ruge y le maltrata el pensamiento causándole un vacio extraño que le enfurece.

Hace horas que no come.

 No esta bien mandar a un niño a la cama sin cenar. 

No es justo: - se repite una y otra vez mientras sentado sobre el catre y las piernas al aire balanceaba dejando que la punta del zapato dibujara pensamientos recurrentes en el piso.

Ya no contaba el tiempo, y el espacio no tenia cabida, y sólo el mismo pensamiento llenaba su pequeño mundo de once años.

En una de ésas se dijo ensimismado, rumiando el pensamiento en voz nítida y clara en su mientes

:-  ¿Que hago aquí, sí no me quieren? 

                                🇨🇿

Dušan es en ese momento  presa de sus instintos, no piensa ni mide consecuencias, solo quiere escapar,   dejar todo atrás, mandar a todo el mundo al carajo y en menos de lo que pestañea un mono se da cuenta que  está colgado de la ventana, sosteniendose con la punta de los dedos al borde.

Siente que se balancea,  siente qué el viento lo mece, se estremece con el escalofrío que le sube  por la espalda,  y pasado un rato empieza a sentirse cada vez más pesado; cuánto más mira abajo, le parece que el piso del patio trasero está mucho más lejos que cuando miró desde arriba.

 Los brazos le duelen y los dedos engarrotados le están traicionando: pero ya es demasiado tarde y no le queda más remedio que soltarse. Respira hondo, aguanta la respiración, y se suelta, sintiendo un alivio en los dedos y vuela en el aire: tiene que cerrar los ojos para no gritar cuándo cae pesadamente sobre las dos piernas que se doblan y termina de culo en el patio trasero.

Dušan se levanta, se sacude el polvo, le duelen las piernas y el culo lo siente dormido, no sabe que hacer y se asoma a la ventana: ve a Kristina sentada a la mesa frente al cuenco de sopa de col y papa; su hermanita, lo ve, y abre la boca para hablar. Dušan se lleva un dedo a los labios y ella sonrie complacida de verlo y ser parte de una travesura.

Luego empieza a caminar entre los trastos sin usó, de aperos de labranza viejos que están en el patio, tropieza con una pala y un tonnel vacío hediondo a carpa rancia, después da contra una chatarra oxidada de un arado. Continúa sobre aquél universo de cosas olvidadas y ruidosas. 

Alcanza a blasfemar:

 -- ¡ KURWA ! - y sigue.

 Da a la calle y corre a todo dar por detrás de las casas encubierto por la sombra de la noche. 



A está hora el pueblo está tranquilo, la gente esta en su casa, cenando, o  durmiendo.

 Dušan corre por el camino polvoriento; se escurre entre el cultivo de maiz, corre precipitadamente, y  perdido busca orientarse y se ubica rápidamente al ver el árbol de cerezos que domina la vista sobre la granja de Horek. Mirá de vez en cuándo atrás y no ve a nadie, se cerciora y vuelve a mirar: sólo escucha unos zumbidos de motor roncar a lo lejos - ¿parecen camiones? ¿ de alemanes ?: sé pregunta -  y, después, oye otros sonidos: gritos, voces de hombres, megáfonos que ahuyan,  palabras ásperas y desagradables. 

 El ruido del follaje de los árboles de abedules sacudidos por el viento se calan en su mente cómo los espantos que contaba su babička Blažena sobre el mago Žito y la brujas de Praga, tiembla de pavor y daría todo por estar en casa libre de las brujas, los espantos y aquél sitio lúgubre.

El hambre, la noche oscura y los espantos le aterrorizaron, sintió el frio y sé encaramó cómo pudo por el árbol, buscando lo más alto, sintiendo la corteza áspera bajó los dedos. Es un árbol viejo, y Dušan  se agarra dónde siente el tronco fuerte y se acurruca entre varias ramas, una horqueta le sirve de asiento, se acomoda buscando dejar la espalda bien apoyada contra el tronco y las piernas cruzando otra rama gruesa para no caerse y , después, se esconde de los focos que barren la oscuridad doblando las ramas más espesas y cargadas de hojas. 

Cerró los ojos y se sintió invisible. El aroma floral, dulce, frutal y más bien agridulce de la cereza le tranquilizó y una placidez se apoderó lentamente y escuchó el dulce arrullo de su babička Blažena que cantaba: 

- " 🎵Dobrú noc, milá, dobrú noc, nech ti je Pánboh sám na pomoc....🎶..". 

Quedó rendido de sueño.


                           

Los personajes y hechos retratados en Pura Paja®   son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas , vivas o muertas, o con hechos reales es pura paja «.

Pura Paja®  


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